El Triumph TR4A IRS Convertible de 1965 es un testimonio de la destreza de la ingeniería británica y de su diseño atemporal. El TR4A, una notable iteración de la serie TR de Triumph, combinaba una elegante estética con avanzadas características mecánicas, lo que lo convirtió en uno de los favoritos de los entusiastas de los coches clásicos.

Bajo el capó, el TR4A está propulsado por un robusto motor de 2,1 litros y cuatro cilindros en línea, capaz de desarrollar unos 104 CV. Este propulsor, asociado a una transmisión manual de cuatro velocidades (a menudo equipada con una sobremarcha opcional), ofrece una experiencia de conducción enérgica, caracterizada por su viva aceleración y su seguridad en carretera.